Si estás considerando invertir en el mercado inmobiliario, es esencial comprender dos conceptos clave: rentabilidad bruta y rentabilidad neta.

📊 Rentabilidad Bruta
La rentabilidad bruta se calcula dividiendo los ingresos anuales obtenidos del alquiler de la propiedad por el precio de compra o valor actual de la propiedad, y luego multiplicando el resultado por 100 para obtener un porcentaje. Este cálculo no toma en cuenta los gastos adicionales asociados con la propiedad.
💸 Rentabilidad Neta
La rentabilidad neta considera todos los costes asociados a la propiedad, incluyendo mantenimiento, impuestos, seguros y posibles gastos de administración. Para calcularla, se restan del ingreso anual todos estos gastos y se divide el resultado por el precio de compra o valor actual de la propiedad, después se multiplica por 100 para obtener el porcentaje.
En este caso una de las claves que algunos “expertos” omiten es amortización del inmuebles en caso positivo e impuestos (tanto IBI, como IRPF), seguros, etc.
La rentabilidad neta será distinta en base a la persona debido a que impacta de forma distinta el IRPF.
🎯 ¿Qué Rentabilidad es Aceptable?
Según el Banco de España, una buena inversión es aquella que tiene entre un 4% y un 7% de rentabilidad neta. 🏆 ¿Cómo Asegurar una Buena Rentabilidad? La rentabilidad bruta da igual, aunque es una buena aproximación
- Ubicación Estratégica: Invertir en zonas con alta demanda de alquiler puede aumentar la rentabilidad.
- Gestión Eficiente: Controlar y reducir gastos operativos mejora la rentabilidad neta.
- Revalorización del Inmueble: Propiedades que aumentan su valor con el tiempo ofrecen beneficios adicionales.
En HZL Consultores, te ayudamos a identificar oportunidades de inversión que cumplan con estos criterios, asegurando una rentabilidad óptima para tu inversión.
📩 Contáctanos en info@hzlconsultores.com o visita hzlconsultores.com para más informació